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La Casa Luis XIV

UNA PÁGINA DE HISTORIA
EN EL CORAZÓN DE SAINT-JEAN-DE-LUZ

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Descubra Lohobiague-Enea, conocida como Casa Luis XIV, un lugar cargado de historia y de memoria, testigo del pasado marítimo de San Juan de Luz, de la arquitectura del País Vasco, de la historia de Francia y de las gentes que lo habitan desde hace casi 400 años.

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Una Casa, testigo del pasado maritimo del País Vasco y de la ciudad

En el siglo XVII, San Juan de Luz era una ciudad próspera, con tantos habitantes como hoy.

Su riqueza procedia principalmente del mar : caza de ballenas, pesca del bacalao, actividad corsaria, construcción naval ...
Sus barcos hacian campaña en Terranova y navegaban tan al norte como Groenlandia y Spitsbergen.

Esta actividad hizo la fortuna de sus armadores.

Gracias a ella, Joannis de Lohobiague, con su esposa, Marie-Sol de Hirigoyen, mandó en 1643 la construccion de Lohobiague-Enea ("En casa de Lohobiague"). 
Esta mansion concebida como hogar para su familia y sus negocios, le permitiría también hacer alarde de su éxito y su gran fortuna.

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Arquitectura y entorno excepcionales

La Casa Luis XIV está construida al estilo de las grandes residencias vascas tradicionales, pero integrando influencias clásicas, como sus elegantes torreones y su refinada simetría.

En el lado de la ciudad, dando a la Plaza Mayor : una majestuosa fachada de piedra de estilo Luis XIII, adornada con esculturas y un balcón, que recuerda a las mansiones privadas del barrio parisino del Marais.

En el lado del río, al borde mismo del estuario : dos galerías con columnas y arcadas, abiertas al principio, ofrecen un espectacular vista del rio Nivelle y de las primeras cumbres de los Pirineos.

En el interior, la Planta Noble o Planta Principal, a la que se accede por una gran escalera, alberga :

  • El Gran Salón con su techo pintado a la francesa,
  • La Cámara del Rey y sus personajes de cera,
  • La Galería orientada al sur, con vistas al puerto y a las montañas,
  • La Gran Cocina vasca y su vajilla de estaño,
  • y el Estudio del armador, con sus paneles de madera y su decoración pintada del siglo XIX.

El mobiliario es principalmente de los siglos XVII y XVIII, conservando el ambiente original.

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La visita real : un acontecimiento fuera de lo común

En 1660, los reinos de Francia y España, agotados por un siglo de guerras más o menos discontinuas, decidieron finalmente firmar la paz.
Es el Tratado de los Pirineos. Una de sus cláusulas estipulaba el matrimonio del joven rey de Francia con la infanta María Teresa, hija mayor de Felipe IV, rey de España. 
La firma de la paz tuvo lugar en la frontera y la boda se celebró en San Juan de Luz. Fue un acontecimiento extraordinario para la ciudad, el reino y toda Europa.
Durante 40 días, San Juan de Luz se convirtió en un “Pequeño París“ y, a su vez, la Casa Lohobiague en un “Pequeño Louvre“.
El rey vivió allí con todo el ceremonial de la Corte. Los asuntos del reino seguían siendo tratados ... mientras, al  mismo tiempo, se enfrentaba al ir y venir de miles de curiosos ... llegados de ambos lados de la frontera.

A raíz de esta estancia, Lohobiague-Enea se convirtió en la "Casa Luis XIV".

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Una casa llena de vida

Transmitida por 14 generaciones de descendientes de Johannis y Marie-Sol, y aún habitada, la Casa Luis XIV ha sobrevivido a los siglos sin sufrir grandes transformaciones.
Apartada de la bahía y del resto de la ciudad, se salvó de los ataques marítimos que arruinaron y casi hicieron desaparecer San Juan de Luz en los siglos XVIII y XIX.
Cada época ha dejado su decoración, sus muebles, sus objetos preciosos y cotidianos, lo que le permite conservar el alma de un lugar que sigue vivo, y no es un museo.
Sus propietarios mantienen con sumo cuidado esta casa a fin de ofrecer  a los visitantes una experiencia que les permita descubrir el entorno en el que vivían las grandes familias de armadores del siglo XVII y siguen sus descendientes.

Lo más destacado de la visita

LA HABITACIÓN REAL Y SUS PERSONAJES DE CERA

LAS VIGAS PINTADAS DEL GRAN SALÓN Y LA DECORACIÓN DE LAS PAREDES DE MADERA DEL DESPACHO

LA GALERIA CON VISTAS AL PUERTO Y A LA MONTANA DE LA RHUNE

LA GRAN COCINA, SU CHIMENEA, SU PARTICULAR COCINA DE FUEGO Y SU VAJILLA DE ESTANO

380 AÑOS DE MUEBLES, RECUERDOS Y OBJETOS DE UNA CASA QUE SE SIGUE HABITANDO

LA PASION CON LA QUE  CADA UNO DE LOS GUIAS  ACOMPAÑA LA VISITA